Cuando estaba embarazada, empecé a recibir un revista , Ser Padres, o algo así. Ya no me acuerdo.
Era una revista de las de antes, en papel.
Pensaba que si me las leía, estaría más preparada cuando por fin naciera mi hijo.
No recuerdo nada de lo que se contaba en esas revistas excepto un pequeño artículo.
Hablaba sobre cómo calmar a tu bebé cuando estaba en la cuna y lloraba.
En él te decía que cuando esto pasara le tenías que poner un mano en el pecho y entonces se calmaría.
Cuando llegó el momento, puse la mano sobre le pecho de mi bebé lloroso con la convicción de que funcionaría.
Yo no tenía ni idea de qué hacer con esa pequeña personita que dependía de mí para todo así que me pareció buena idea hacer lo que lo decían los expertos.
Lo que pasó en la realidad fue muy diferente de lo que me prometía la revista.
Los pequeños lloros se convirtieron en un gran llanto desconsolado.
Ni una mano, ni las dos ni nada lo calmaban. Y yo, cada vez estaba más nerviosa. No entendía que es lo que estaba haciendo mal.
Se calló sólo cuando lo cogí en brazos y le consolé.
Tal vez hayas pensado que me estaba manipulando y que no fui lo suficientemente fuerte. Eso es algo se escucha a menudo.
Pero no. Un bebé no te puede manipular. No es tan poderoso.
Lo que el estaba dejando claro es que no necesitaba mi mano. Necesitaba mi cuerpo entero.
Necesitaba estar pegado a mí.
Supongo que te estarás preguntando que qué te importa esto a ti. Y tienes razón.
Lo que te quiero decir con esto es que está bien buscar otras formas de hacer las cosas.
Puede ayudarte a ver tu vida desde otro punto de vista o a tener información que de otra manera no habrías podido conocer.
Yo he cambiado mi forma de ver y hacer las cosas gracias a la visión de otros.
Me ha permitido escoger qué es lo que quiero darle mi hijo y no limitarme simplemente a repetir lo que he vivido.
Algo que agradeceré eternamente a internet.
El problema es cuando conviertes el punto de vista de otro, por muy experto que pueda ser, en la única manera en la que se pueden hacer las cosas.
Porque ningún experto os conoce ni a ti ni a tu hijo.
No conoce tu historia ni tus circunstancias.
No puede saber lo que necesita tu hijo en cada momento de su vida.
Al igual que el que escribió el artículo de la revista que me mandaban a casa.
No podía saber que lo que mi hijo necesitaba era estar pegado a mí casi todo el tiempo. Era lo que él necesitaba para sentirse seguro.
No una mano en su pecho.
Si me hubiera obsesionado, algo que suelo hacer, con seguir esa pauta de un experto de manera estricta, habría ignorado una necesidad muy importante de mi hijo, la conexión.
A lo largo de los años me he enfrentado a situaciones como esta muy a menudo.
En la historia que te acabo de contar es fácil darse cuenta de que no tiene sentido hacer lo que recomendaba el experto.
En cambio, en nuestra cultura, hay un montón de cosas que se ven como normales y esenciales en lo que a la crianza se refiere que no tienen sentido desde el punto de vista de permitir que los niños sean quienes son y darles lo que necesitan para sentirse seguros.
Estudios, comida, amigos y un largo etc, etc, etc.
No tengo la solución a tus problemas ni un método que te cambie la vida. Ése es el trabajo de los gurús. Lo que yo te puedo ofrecer es una perspectiva que te puede ayudar a tener una relación más profunda con tu hijo.
Estoy hablando de cuestionarte las cosas y no aceptarlas sin más. Sentir curiosidad por tus reacciones y preguntarte qué es lo que quieres que tu hijo sienta cuando está contigo para poder luego cambiar las cosas que debas cambiar.
Y sí, claro que puedes cambiar. La mayor parte de lo que haces no es tuyo.
Sólo tienes que deshacerte de lo que ya no te sirve.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo pero es posible y eso es lo que importa.
Ahora sí, las presentaciones formales.
Me llamo Patricia Tortosa.
Y esta, por si te interesa, es mi cara.
Lo que no puedes ver en esta foto es que tengo un sistema nervioso muy sensible.
Cuando era pequeña no sabía que el resto no eran como yo así que nunca entendí qué demonios pasaba con la vida.
Y me adapté.
Así pasé toda mi vida, creyendo que esas adaptaciones era mi verdadera forma de ser.
Hasta que me convertí en madre.
Entonces, todo se volvió un caos.
Siempre he sido una persona tranquila por fuera y eso hacía que la gente pensara que lo tenía todo bajo control.
Nada más lejos de la realidad.
Por dentro era una maraña de emociones reprimidas, miedos y un montón de cosas más.
Todo muy enredado.
Y así iba por la vida.
Cuando tuve a mi hijo, todo eso aumentó. Imagínate el panorama.
Yo, una madre muy sensible e intensa y con una vida interior caótica, con un hijo muy sensible e intenso.
El drama estaba asegurado.
No te voy a mentir. He pasado por momentos complicados..
Poco poco he ido trabajando con esa maraña interna.
Bueno, todavía sigo en ello.
Ahora hay un poco menos de caos y mucha más calma y más paz interior.
Tengo una lista de correo un poco rara.
En ella hablo sobre temas un poco profundos para la mayoría de los padres.
Nada de lo importante que es que lo niños sean independientes desde muy pequeños. Creo que esto es un error.
Nada de cómo conseguir que tu hijo haga los deberes y estudie todas las tardes. Mi opinión sobre este tema mejor lo dejamos para otro día.
Hablo sobre lo importante que es que dejemos de tener vidas tan ocupadas, sobre el estado del sistema nervioso y su impacto en nuestras vidas, sobre creatividad, trauma y algunas cosas más.
ESTO ES PARA LOS QUE QUIEREN CONOCERSE UUN POCO MEJOR Y ASÍ PODER TENER UN POCO MÁS DE PAZ MENTAL.
Darse de alta es gratis . Y si ves que lo que cuento o lo que vendo al final no es para tí, darse de baja también.
Si te unes a mi lista de correo recibirás emails con información interesante para tu crecimiento personal así como los diferentes productos o servicios que vendo para profundizar más en este trabajo. Además, puede que te informe también sobre los productos o servicios de otras personas si considero que te puede aportar algo de valor.
En la Política de privacidad encontrarás información adicional sobre la recopilación y el uso de su información personal.